Monday, 1 November 2021

The Great Reset and the Not-So-New Normal

Beware of 3-word slogans:

  • The Great Reset
  • Build Back Better
  • Green New Deal
  • Trust The Science

We already had (among others):

  • Stay at home
  • Flatten the curve
  • Save the NHS
  • Keep them safe
  • Lock them up
  • Covid-19 rising here
  • Hands, face and space
  • Track & trace

For those who still have a memory, there was:

  • War is peace
  • Freedom is slavery
  • Ignorance is strength

With all the conflicting, illogical and farsical information and advice being given about the current coronavirus and its recent variants, you might wonder if the Great Reset was the trigger for the 2020 coronavirus and not the other way round. 

You might wonder if the situation that pushed the Federal Reserve into magically creating out of nothing hundreds of billions overnight, with very little press comment or publicity, towards the end of 2019, didn't make the horrible lab experiments at Wuhan and the probable leak of a nasty, enhanced virus more than propitious. Because in late summer 2019 the Western economies crashed again, for the third time this century, and the central banks did what they like doing best, which is printing money (or, as they like to say in this digital age, 'injecting' money) and giving it straight to large, zombie corporations. Which is why during the pandemic so many of the stinkingly rich have become much richer and why inflation is knocking on our doors, after three decades of printing money, pardon, 'quantitative easing'.

In the buses where I live, out of the speakers comes a repetitive and extremely loud exhortation to not speak to anyone, in order to stop the spread, preceded by a 3-note chime. Pavlov would have loved it.

The Great Reset rose to prominence at the 50th annual meeting of the World Economic Forum (WEF) in June 2020 and refers to a plan to rebuild the world’s infrastructure ‘in a sustainable way’ (the Green New Deal). The funny thing about The Great Reset is how much it strongly resembles business-as-usual, only with EXTRA globalism. Most of the plan’s outlines include a further weakening of national boundaries and individual national autonomy, in favour of a more ‘universal governance.’ As usual, it is the rapidly vanishing Western middle class which must shoulder this burden, as their freedoms are further curtailed to meet the quotas of corporate-media-fuelled activism.

Much stress is put on the fact of global warming and, yet, none of our elite at the October 2021 COP26 summit saw a problem with the hundreds of private jets they used to get there, nor with the lavish dinners; although we, the little people, are told to eat less meat and dairy in order to save the planet. And, remember, private jets currently cause 50% of aeroplane emissions, not to mention the huge processions of limousines flown in specially, nor the electric cars and the generators to charge them. 

No mention was made of the fact that the military is the largest single source of global warming, especially the US military. No mention was made of the fact that capitalism, with its absolute need for exponential growth and technological advancement, will always end up trashing the planet and making more and more of us obsolete. It is an economic system that ultimately makes the generation of waste the primary engine of the economy.

Nothing was said of how the 99% - or 99.9% - of the world's population, including you and me, are not consulted over any of this, not permitted to be masters of our own lives, not even of our own bodies. COP26, however, did not have any restrictions concerning vaccination status.

Their solutions to specific environmental or scientific problems become entwined with LGBTQ+ rights, workplace equity, open borders initiatives and other unrelated social justice causes, as the New Left forgets about class struggle and embraces identity politics in a big neoliberal lovefest, thereby neutralising itself and subdividing the left. Therefore, a united response to a global pandemic mysteriously also equals trans rights activism, the most neoliberal cause ever conjured up.


Very absent from all this are the following:

  • Removing big corporations' subsides and tax breaks, which would stop Big Oil in its tracks and remove most of the environmental problems that come with it, plus the corruption and cronyism endemic to big corporations and their revolving doors with government.
  • Raising corporation tax on profits.
  • Making fiscal paradises impossible by not allowing multinationals to move funds between one fiscal regime and another and by obliging them to pay tax on profit in the same country as sales are made.
  • Penalising all air travel beyond a minimum number of flights or air miles per year.
So beware modern-day euphemisms: current state healthcare is NOT care of your health. The Green New Deal is not new and it's not green. Comfort is a poor substitute for freedom. The mRNA jabs are not vaccines. Our democracy is in fact oligarchy. The Opposition is NOT opposing the status quo. And the elites are getting richer and will stay in power.

And, above all, beware 3-word slogans.

Wednesday, 5 May 2021

Jaque al Rey

Tras el desastre para Podemos de las elecciones de la Comunidad de Madrid del 4 de mayo de 2021 conviene analizar cómo hemos llegado hasta aquí, y además partiéndose de unos comienzos tan prometedores.

UP aumentó sus escaños de 7 a 10, lo cual es positivo. En 2011, cuando Más Madrid y Podemos no existían, IU consiguió un 9,6% de los votos. En 2015 UP consiguió el 18,67%, y en 2019 el 20,29%. En estas elecciones de 2021, UP ha sacado un 24,18%; Más Madrid y UP han logrado un 8% más votos que el PSOE, cuyos votantes han abandonado el partido, unos en apoyo del PP, otros a la Izquierda real. De hecho Más Madrid ha subido en votos un 29% en los dos últimos años, y UP un 44%, nada menos. 



El debacle real ha sido de Ciudadanos (ese falso Centro) y del PSOE (esa falsa Izquierda), lo cual hace pensar que parte de la población se cansa de lo "políticamente correcto", lo de las palabras finas sin sustancia detrás, lo del auto-denominado "Centro" que luego se ubica en la Extrema Derecha. 

Y la gran victoria es de Vox -no de Ayuso-, que con solo un escaño más tendrá todo el poder sobre el PP de la Comunidad de Madrid.

Pero Podemos ha perdido su líder, carismático como nadie, capacitado y mediático como nadie. Dio un salto valiente desde la vicepresidencia -nada menos- al incógnito, y todo apuntaba a que iba a ser un acierto a pesar del casi total bloqueo de los medios de comunicación de masas, a pesar de los constantes bulos y mentiras de la oposición y su prensa y televisión, a pesar de la inutilidad absoluta del que habría tenido que ser un aliado desde el comienzo, Gabilondo, a pesar de la negativa de Más Madrid de apoyar un esfuerzo en común desde el comienzo. Más Madrid que prefiere de nuevo perder que juntarse con la única Izquierda que tenemos.

En el análisis de nivel de estudios, edad, sexo, etc. del votante, los más ricos y los que tienen más estudios votan a la Derecha. El inmigrante prefiere votar ligeramente a la Izquierda que a la Derecha. Pero -y es importante recordarlo- los inmigrantes son pocos en realidad, y la gran mayoría no vota. Y la abstención sigue siendo cosa de la Izquierda.

Ahora previsiblemente tendremos elecciones anticipadas en Andalucía, con una Izquierda no preparada para ello, sin liderazgo y sin proyección de proyecto.

Ya entre los derrotados se oyen voces proclamando que ha ganado el fascismo. Casi pero no del todo. Ayuso y Vox son la extrema derecha pero todavía no son el fascismo. Lo que ha ganado no es únicamente la Extrema Derecha, sino también la falta de una voz fuerte de Izquierdas, una voz que hable del elefante en la habitación: el sistema económico. 

La filosofía política de izquierdas, esa política "woke" -de la identidad-, esa que busca sin parar los votos de los colectivos, esa que es "políticamente correcta", ha demostrado una y otra vez que no vale. No porque los inmigrantes, los trans-identificados, los desempleados, los sintecho, las mujeres, etc. no deban tener derechos. Deberían tener una totalidad de derechos, claro que sí. Pero todos deberíamos tener derechos, y deberes, así que no hace falta señalar constantemente a minorías, ni perseguirlas buscando el voto. Además, muchas de esas minorías no votan.

Ha sido un error garrafal alienar a las feministas, clave en cualquier lucha contra el neoliberalismo, que es patriarcado aplastante en todas sus iteraciones. Y ha sido un error de principiantes tratar a las mujeres como un colectivo más, premiando al movimiento trans por encima de los derechos de las mujeres y niños. Ha sido un error hablar de "feminismos", en plural, como si cualquier postura contra la cultura dominante fuera feminista. Ha sido un error sustituir sexo por género, como concepto (lo cual anula decenas de leyes anteriores de protección de la mujer), como si la discriminación fuera hacia las emociones o sentimientos de uno, como si ser mujer fuera como un envase, a elegir, como si no se tratara de un espacio más de mujeres colonizado por hombres. Ha sido un error amenazar a los padres con quitarles la tutela de sus hijos menores con disforia, o incluso con hormonar o mutilar a sus hijos.

Ha sido un error hablar de subir los impuestos un poquito a los superricos, porque "deberían contribuir un poco más". Es que tener un Rey del Sol, o un Amancio Ortega, si lo prefieres -o varios- es incompatible con la democracia. Es que llegar a ser un billonario significa haber eludido impuestos, explotado a mucha gente, robado recursos de los demás y de generaciones futuras, comprado el poder, y muchas más cosas. A los superricos hay que hacerlos tributar sobre su patrimonio y sobre sus ingresos para que nadie tenga más de unos pocos millones. Ha sido un error tratarlos como si hubieran ganado "su" dinero, en lugar de lo que realmente ocurrió: se apropiaron del trabajo de otros. O lo hicieron sus padres. 

Ha sido un error no acabar con las diferencias fiscales entre regiones, las cuales suponen una "carrera hacia abajo" pero que benefician a Madrid a costa de las demás, aun siendo un juego de suma negativa. Ha sido un error no poner sobre el tapete una ley estatal de sucesiones, para que la riqueza no se concentre en pocas manos de una generación a otra.

Ha sido un error hablar de proteger a los pobres sin poner sobre la mesa viviendas, eléctricas, suministro de agua, banca... públicos, y para todos que los necesiten. Y un error poner en marcha ertes sin exigir a las empresas socorridas ratios máximas entre los salarios más altos y los más bajos, acordes con una sociedad civilizada (de 9:1, como mucho).

Ha sido un error no haber exigido a la banca rescatada hace 9 años ratios similares entre salarios, además de reconocer y asumir su deuda con la sociedad.

Ha sido un error no separar la sanidad pública de la narrativa de la pandemia, porque el consenso sobre la pandemia (su existencia, sus causas, su solución) que existe en el Gobierno Estatal no existe entre científicos y por tanto Ayuso ha podido aprovechar esta laguna para contraponer unas medidas incoherentes pero populares.

Ha sido un error sacrificar al Rey en lugar de la Reina, esa Ministra Cuir que tenemos, que promueve políticas anti-feministas y muy neoliberales en el Ministerio de Igualdad, con leyes redactadas con un copia-y-pega por el Movimiento Trans, con Gran Farma detrás. Habría sido una candidata buena para la Comunidad de Madrid, pudiendo competir con las otras candidatas como igual; y no habría sido necesario que dimitiera después. Madrid, después de todo, no es España. Y la Comunidad de Madrid representa únicamente a sí misma.

La Derecha dice que está celebrando dos buenas noticias: haber ganado las elecciones y la dimisión de Pablo Iglesias. Piénsalo al revés. ¿Te alegraste de la sustitución de Rajoy, por Casado? ¿Aguirre por González o Cifuentes? No, ¿verdad? Porque daba lo mismo, su política iba a seguir igual, una de la extrema derecha, de saqueo de las arcas públicas en beneficio de los amiguitos, insolidaria, mentirosa, injusta con las personas fuera de la élite, cruel con los animales... Pero ellos están de verdad festejando que hayan podido acabar con Iglesias, mediante bulos, insultos, sobornos, y 16 balas en una semana. Porque han decapitado a Podemos.

No hay asalto al cielo con una subida de impuestos de un par de puntos porcentuales a los superricos. No se hace con procedimiento tras procedimiento en los círculos, acta tras acta, cisma tras cisma. No se hace inventando palabras ridículas (todos, todas y todes) ni haciendo malabarismos lingüísticos para evitar usar sustantivos o pronombres masculinos. No se hace redefiniendo hombre como mujer, en contra de toda ciencia, meramente porque algunos hombres hayan decidido vestirse con ropa de mujer. 

El asalto al cielo solo es posible con un discurso revolucionario, una resistencia social y una desobediencia cívica en situaciones de injusticia. Los medios masivos no hablarán bien de ti una vez que te perciban como amenaza para sus intereses, así que seamos de verdad una amenaza para el neoliberalismo. Es hora de adoptar un discurso radical, manifestarse una tras otra vez ante los CIEs, parar cualquier desahucio, organizar quedadas con contenido interesante para jóvenes, y ofrecer ayuda práctica frente a la Administración Pública pero también censar a los que no están registrados para votar. Es hora de menos procedimientos y más pisar la calle.

El asalto al cielo no se hace buscando el voto de "minorías", sino moviéndose hacia la izquierda y manteniéndose fiel a una ideología radical, de raíz.


Thursday, 11 March 2021

¿Qué está pasando en el Ministerio de Igualdad?

El 6 de marzo de 2021 se hizo público en prensa una recogida de firmas de, últimamente, más de 1.600 militantes e inscritos de Podemos, algun@s con altos cargos. En ella se hizo manifiesta una gran preocupación por el borrador de la Ley Montero (en realidad dos leyes presentadas casi al unísono, ambas con un fin parecido), la "Ley Trans". Dicha preocupación surgió tanto por la misoginia y sexismo de la ley, como por la amenaza real que podía suponer para la salud y bienestar de muchos jóvenes o incluso niños, menores de edad. 

Hay ya mucha información disponible sobre el porqué de esta preocupación, que se basa en la pérdida de derechos de la mujer (el derecho a espacios propios sin hombres, a ciertos cuidados sanitarios o pruebas médicas sin la presencia de hombres, de cárceles y otros espacios segregados), derechos ganados a lo largo de décadas de lucha y basados en el hecho de que el sexo es binario y relevante. La ley abría la puerta a que una parte minoritaria, pero con un perfil público muy conflictivo y agresivo, de los hombres accediera a estos espacios sin barrera ni recurso por parte de las mujeres.

Por otra parte, inducir a algunos jóvenes en una edad muy vulnerable a confundir el descontento que tengan con el mundo con una supuesta necesidad de cambiar su propia identidad o cuerpo es un error y de un tipo de ingeniería social experimental. Es, además, de un enfoque que encaja perfectamente en el neoliberalismo: si estás disgustado con tu vida, el problema no es de la sociedad, ¡cámbiate a ti mismo!

Hay numerosos casos de personas que han cambiado de parecer tras la mal nombrada "transición" (como si la vida ella misma fuera un videojuego) -y digo 'mal nombrada', porque no se puede cambiar de sexo y el problema siempre ha residido no en la persona sino en la sociedad, en los roles de género exigidos en la sociedad. La tasa de intento de suicidio no varía antes de o después de la cirugía, porque en realidad no soluciona nada, solo añade otra capa de problemas, de tipo físico. Los niveles de disforia tampoco se modifican significativamente.

La de-transición es típicamente parcial porque la hormonación contemplada en la ley para jóvenes pre-pubertad o, peor aún, la cirugía, hacen que la transición es a menudo irreversible. Y aunque hay ya cientos de jóvenes hablando de su de-transición, poca repercusión tiene en la prensa. Hay una lista de efectos secundarios serios de la hormonación de niños y jóvenes (para las mujeres: exceso de células rojas, hipertensión, diabetes, enfermedad cardiovascular, aumento de peso, acné, calvicie, apnea del sueño, problemas del hígado, dislipidemia, empeoramiento de los problemas psicológicos, esterilidad...). Y es que, aunque se repite como mantra que han "nacido en el cuerpo equivocado", el cuerpo de cada uno es perfecto y cumple con su función; en cambio las intervenciones con hormonas y extirpaciones sin serias razones médicas no son compatibles con una buena salud.

En otros países...

Ya existe una experiencia previa de leyes muy parecidas en otros muchos países y no es buena para las mujeres, ni para los jóvenes. Este último grupo se ve privado del sentido común, la perspectiva a largo plazo y el entendimiento de que los jóvenes muy a menudo se sienten confusos o descontentos durante unos pocos años, y esto es normal. En lugar de brindarles apoyo o ayuda psicológica, o incluso reivindicar que la sociedad que imponga roles rígidos de género tiene la culpabilidad, la Ley intenta empujarlos hacia la creencia que el problema son ellos mismos, así como hacia tratamientos agresivos y en muchos casos irreversibles. 

La Ley asimismo introduce unos contenidos totalmente ideológicos en la educación, y además en contra de los hechos puramente científicos. Borra el hecho biológico de que el sexo es binario tanto en el ser humano como en otros mamíferos, y el que es el género que es fluido, con muchas manifestaciones.

Más sorprendente aun, la Leyes Trans no definen ni sexo ni género, y además mezcla los términos sin piedad. 

¿Pero el Movimiento Trans representa a los transexuales por lo menos?

El término "Movimiento Trans" esconde la realidad de que no representa ni a los transexuales (que, hay que recordar, son menos del 1% de la población), ni a sus intereses. Además, el mismo término 'transexual' NO significa que uno es de ambos sexos; uno es en todo caso de un sexo determinado, con característicos secundarios ambiguos. A la vez el término 'trans' engloba un sinfín de condiciones y parafilias, muchas de las cuales no son aptas para que los enarbole el Estado.

Los grandes inversores internacionales reconocen que estos tratamientos suponen un área de enorme crecimiento actual con unas previsiones tremendas, además de no ser en absoluto una amenaza para el capitalismo (mientras que el feminismo, sí que lo es). George Soros, el gran inversor, apoya estos tratamientos por su aspecto financiero y, según el Washington Post, es en gran medida responsable del empuje del Movimiento. Este Movimiento encaja dentro del movimiento transhumano promocionado ampliamente por todos los multimillonarios del "tech", así como los grandes inversores, incluyendo -¿cómo no?- Bill Gates. Es una visión de la humanidad aterradora y muy reñida con los valores del feminismo, incluyendo el ecologismo.

El Movimiento Trans está recibiendo de los inversores y de la Gran Farma cantidades ingentes de dinero y, además, está acaparando las subvenciones que se destinaban hace poco a otros colectivos, por ejemplo de lesbianas, gais... En EE.UU. varios albergues para mujeres vulnerables y maltratadas han tenido que admitir a violadores trans-identificados para no perder su subvención, y precisamente varios de esos hombres se han portado como los predadores que son. Hay mujeres-trans violadoras que están en la cárcel de mujeres y que han cometido en la cárcel más violaciones. Es posible que estos casos sean anecdóticos, pero no menos serios por ello. Una propuesta de ley donde se sabe ya de los problemas inherentes y muy graves no debería seguir en pie.

Se sospecha que los partidos políticos también a través de lobbies están recibiendo fondos para promocionar la ideología trans.

No ha habido debate real por parte del Ministerio de Igualdad, lo cual citó una encuesta por email no ampliamente difundida ni cuyos resultados han sido publicados en detalle, para justificar que la Ley tenía apoyos. En cualquier caso, puesto que el Proyecto de Ley no había sido publicado con anterioridad, la encuesta no fue basada en el Proyecto Ley en sí (porque no habían visto el texto), sino en la cuestión de si los transexuales deberían tener protección por ley, lo cual es ampliamente aceptado por la población y ya es un hecho dentro de la ley desde hace décadas. 

Lo que está demostrado es que el día 6 se hizo público en prensa una recogida de firmas de militantes de Podemos, algunos fundadores del Partido; y 2 días más tarde, el día 8, Día Internacional de la Mujer, el Ministerio dio una demostración del mansplaining cuando organizó para que una mujer-trans, o sea, un hombre vestido de mujer, nos explicase cómo las mujeres hacemos mal las cosas en apoyarnos en el trabajo doméstico de otras mujeres para poder trabajar fuera de casa. 

El discurso podría haberse centrado mejor en que las mujeres no tienen la culpa, que es verdad que ellas, no los hombres, acaban siendo el último escalón del trabajo, que ellas hacen un doble trabajo, dentro y fuera de la casa, y que hace falta mucho más apoyo institucional para las mujeres, que en muchos casos tienen grandes dificultades para poder trabajar fuera de la casa. El Ministerio hizo un "gaslighting" de las mujeres, y dio protagonismo a un hombre en el día de la Mujer. Más inexplicable dentro del feminismo, se procedió a filtrar en prensa y redes que eran personas de la "Extrema Derecha" que se estaban manifestando contra la Ley.

No se puede equiparar la situación de la mujer (mayoría absoluta de la población) a la de minorías. Las mujeres, como clase social, sufren una opresión que perdura en el tiempo por su sexo. Bien entendible es que el neoliberalismo prefiere la política de identidades, con la población fragmentada. Considerar a la cuestión de la mujer como una identidad más, y no como el resultado de nacer y crecer con el sexo femenino, es luego hacer malabares para ver quién recibe qué recurso; y la experiencia en el Extranjero ha demostrado que el Movimiento Trans intenta apoderarse de los recursos destinados a colectivos de mujeres. 

Es un Movimiento que no se pronuncia sobre los hombres que están parasitando las organizaciones ideadas para mujeres, como se ha visto en la irrupción de hombres acosadores en grupos de lesbianas, el ingreso de hombres en refugios para mujeres, en los intentos de "cancelar" a muchas feministas, y en la agresividad con la que se meten con feministas en las redes o en otros ámbitos.

Curiosamente Podemos incluye en sus textos institucionales dos elementos peculiares, al margen de los malabares lingüísticos que hay que hacer para evitar los pronombres sexistas. Los pronombres femeninos permiten que se pueda referir a las hembras de nuestra especie y, sin embargo, están siendo borrados. Además, estos textos dan a entender:

  1. Que es mejor hablar de las mujeres, en lugar de la mujer. No obstante, no somos sólo un grupo de individuos, sino una clase con el derecho de una consideración específica por tener el sexo de mujer, la razón de una opresión histórico y, de paso, la misma base de nuestra explotación desde nuestro nacimiento dentro del capitalismo, que necesita la labor no remunerada o infra-remunerada de la mujer -tanto nuestra producción como nuestra reproducción-, además de la de futuras generaciones (mediante el endeudamiento y el desgaste medioambiental).
  2. Que hay que aceptar gustosamente dentro del Partido las mujeres no especialmente guapas. En su Protocolo de Comunicación Feminista aparece esta sensata exhortación de "huir de la sexualización de la que las mujeres aparecen siempre jóvenes, delgadas, primorosamente arregladas." Lo cual choca con el exceso de "feminidad" que ostentan las mujeres-trans, con sus pelucas lustrosas, su maquillaje excesivo, sus ropa específicamente femenina. O, incluso con los tacones altos de la propia Ministra en la tele.
El uso del lenguaje es, por supuesto, importante; y eliminar el sexismo de nuestro discurso es clave para cambiar los prejuicios. Pero la eliminación de los pronombres y sustantivos ya asignados a un sexo determinado pone en riesgo poder hablar y pensar con sensatez. En el Reino Unido el Servicio Nacional de Salud ahora se refiere a las mujeres como "personas con útero" para alguna prueba médica. No en el caso de la prueba del próstata, que sí que va dirigida a los hombres. 

Este titular, sobre un hombre que ha dado a luz tras recibido esperma de una mujer, parece casi increíble, hasta que nos demos cuenta de que lo que ha pasado en que un hombre (llamado "mujer") ha tenido un bebé con una mujer (llamada "hombre") y que lo único destacable de la noticia es la confusión creada en la sociedad y entre las personas; además del término equivocado 'female', que es un término biológico que no  puede nunca referirse a un donante de esperma:


Más grotesco es la cantidad de mujeres-trans identificándose como lesbianas, acosando a lesbianas con su "pene-de-chica" en espacios para lesbianas, y acusando a las mujeres de transfobia por su rechazo natural hacia ellos.

El Movimiento Trans se presenta como un colectivo de personas débiles, infra-representadas, como tradicionalmente ha sido el colectivo de lesbianas. Pero no es cierto. No paran de recordarnos que hay mucha violencia perpetrada contra ell@s. Nada en comparación con la que se perpetúa contra las mujeres, pero han conseguido eclipsar a las mujeres en este debate. No deberíamos olvidar que hay más asesinatos cometidos por l@s trans que contra l@s trans. Es posible que estos datos dentro de muy poco no sean analizables, en cuanto una mujer-trans asuma la identidad de "mujer", sin más. 

Es un hecho que admitir a hombres en deportes competitivos de mujeres obra en gran detrimento de las mujeres, permitiendo a algunos hombres mediocres en su propia categoría, ganarles a las mujeres con facilidad. Sólo hay que comparar los récords mundiales de las categorías masculinas y femeninas. Admitir a los hombres condenados por crímenes violentos a cárceles de mujeres es asimismo claramente un error.

Estos dos ejemplos, además, demuestran que las medidas contempladas en la Ley no son simétricas. Las mujeres trans-identificadas no suponen un batacazo para los hombres en el deporte, y los hombres-trans difícilmente van a querer ingresar en la cárcel para hombres. 

La criminalidad de las mujeres-trans es similar a la de los hombres (¡porque SON hombres!)

Las mujeres-trans son algo menos propensos de cometer un crimen (tienen el 0,8 de probabilidad) que los hombres. Pero tienen 18 veces más probabilidades de cometerlo que las mujeres. (No obstante los hombres-trans son mucho más violentos que las mujeres, lo cual puede entenderse como un efecto de tomar testosterona.)

Es un hecho que la actividad delictiva, en particular los delitos violentos, es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres en la población general. Un estudio sueco de todas las solicitudes de reasignación de sexo en Suecia hasta 1992 encontró que el 9,7% de los solicitantes de hombre a mujer y el 6,1% de mujer a hombre habían sido procesados ​​por un delito. Sin embargo, el crimen después de la reasignación de sexo no se había estudiado previamente. Los individuos de hombre a mujer tenían un mayor riesgo de condenas penales en comparación con los controles femeninos, pero no en comparación con los controles masculinos. Esto sugiere que el procedimiento de reasignación de sexo hombre-a-mujer no aumentó ni disminuyó el riesgo de delitos penales entre hombres y mujeres. 

Por el contrario, los hombres-trans tenían un mayor riesgo de condenas penales en comparación con los controles femeninos y no diferían de los controles masculinos, lo que sugiere una mayor propensión a la delincuencia en las personas mujer-a-hombre después de su transición.

Hoy en día, más del 87% de los hombres trans-identificados NO se hace la cirugía de "abajo". Son físicamente hombres, con todo la problemática que eso puede acarrear para la mujer en determinados ámbitos. En cuanto a las mujeres trans-identificados, un 48-54% se hace la cirugía, y la cirugía es tremendamente invasiva e irreversible, extirpando pechos, útero, vagina... 

Estas cirugías son un campo de rápida expansión. De todos los procedimientos registrados por la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos, fue una de las que más se incrementó entre 2016 y 2017, aumentando en un 155% de 2016 a 2017, con un crecimiento del 289% para los hombres-trans; con un aumento del 41% para las mujeres-trans (en esta última categoría se incluye los implantes de pechos, una cirugía en gran medida, reversible y superficial). De nuevo las mujeres son las grandes perjudicadas y muchas de ellas muy jóvenes, ya que se permite que los menores accedan a cirugías y hormonación, ambas experimentales y con unos efectos a largo plazo desconocidos o incluso previsiblemente muy perjudiciales. 

Es importante no olvidarse de que las cirugías NO resultan en órganos reales, con funcionalidad, sino en un simulacro. Las cirugías de "abajo" tienen resultados grotescos, no funcionales, y con una posibilidad real de repeticiones quirúrgicas constantes (una parte significativa de los hombres-trans operados se someten a cirugías nada menos que 16 veces).

La militancia del Movimiento Trans es un grupo organizado y muy agresivo de los mismos hombres ricos y blancos de siempre, con el privilegio de siempre, algunos transexuales (en gran medida los que se llamaban en otros tiempos travestis) y otros muchos ni siquiera. Son hombres disfrazados de personas vulnerables, con una obsesión de meter mano a los realmente vulnerables de la sociedad (los niños y las mujeres), hasta el punto de hacer palpable la amenaza de quitar la patria potestad a los padres y madres de sus hijos, anulando su posibilidad de proteger a éstos del abuso de cirugías y medicamentos dañinos a unas edades en las que es imposible que entiendan las repercusiones a largo plazo de dichas mutilaciones. Encaja en el pensamiento neoliberal a la perfección: con la tendencia de bajar los salarios, en este caso de los profesionales que podrían ayudar a las personas con dismorfia y otros problemas psicológicos; y con la de incrementar la lista de patologías, drogodependencia, medicalización y cirugías de por vida...

Los lobbies de los grandes intereses farmacéuticos sobornan con unos ingresos enormes a los partidos políticos de EE.UU. El Portal de Transparencia de Podemos sólo incluye información sobre los ingresos hasta el 2018, así que es imposible saber si Podemos ha recibido dinero de algunos grupos de presión. No es fácil saber cuánto dinero pagan los lobbies al gobierno o cuáles son los términos reales de nuestro gran endeudamiento actual y si tiene vinculación con la Ley Trans.

Un movimiento social de Izquierdas que no acepte que el Feminismo es para proteger a las mujeres, en parte de los hombres y sus sistemas de poder, así como para luchar por la igualdad de las mujeres frente al privilegio de los hombres, no es de Izquierdas, y desde luego no puede ser feminista. Igual que la medida que anunció Podemos el mismo 8 de marzo sobre ayudas para la conciliación que se destinarían en un 80% a las mujeres, ¿qué significado puede tener tal medida si algunos hombres podrán beneficiarse de ella, identificándose como mujeres. Y lo harán, porque el problema sistémico de las mujeres es que los hombres que deseen invadir sus espacios, o apoderarse de lo de ellas, suelen ser más agresivos, más ruidosos y una amenaza real.

Hay una palabra para la situación en la que las mujeres que hablen sobre cuerpos femeninos se considera inaceptablemente antisocial, donde se impida sistemáticamente describir las consecuencias del sexismo para las mujeres, donde los recursos para las mujeres se redistribuyan a los usuarios masculinos mientras que los recursos para los hombres se dejen en manos masculinas, y donde “hombre” y “mujer” se asocien rígidamente con la masculinidad y feminidad. Esa palabra no es “progresista”, “liberal”, “feminista” o cualquiera de los otros términos que generalmente se asocian con el activismo trans. La palabra es misoginia.

La lucha feminista no se resuelve con aplausos un día al año, o con globos morados. Tampoco con dibujitos tiernos o centrándose exclusivamente en las mujeres asistentas, limpiadoras y víctimas. La lucha es de todas y, además, se busca un mundo mejor para todos los seres, de todos, hombres y mujeres de todas las consideraciones. 

Esta lucha requiere que Podemos se sitúe de nuevo al lado de sus principios iniciales, como partido anticapitalista y -sobra añadirlo- feminista. Las mujeres somos sujetos en pleno derecho, no en competencia con intereses diversos, sino porque una política de izquierdas tiene que colocar la ideología precisamente del feminismo en el centro.




11.10.22: este artículo ha sido ligeramente modificado. Creo que 'hombre-trans' y 'mujer-trans' son términos diseñados para engañar, confundir e imponer pronombres erróneos; por tanto, he reemplazado estos términos por 'hombre trans-identificado' y 'mujer trans-identificado' en varios sitios.


Monday, 1 February 2021

More Thoughts on the Trans Law (II)

What's not to like about trans rights, right?

However, the problem is not trans rights as such, but rather that the Trans laws being approved all over the Western world are a huge step backwards for women, children and homosexuals.

And one of the most galling aspects is the de facto nonchalance about violence against women that arises if, as a woman, one questions the Trans laws. The general reaction is not conducive to debate, but rather real women are being shouted down by trans women, that is, men. Many of whom are behaving like typical narcissists, hating those who don't cooperate with their unhinged worldview. Women are being cancelled and literally threatened with real violence, and yet those same women are being accused of hate speech by their aggressors. 

The small print in the Trans laws being approved is horrific: men in women's spaces, the assumption that surgical enhancement actually makes you the other sex, irreversible treatment and surgery for children and the removal of their parents' rights to have a decisive say in their welfare in this matter, the psychological warfare being used to make perfect people feel unhappy about their bodies - these are just some of the actual terms of these laws. All of this is being cloaked as trans rights, when in fact deep psychological disorder is being left untreated and actively encouraged. 

Current trans laws push many vulnerable, unhappy people who are not very good at relationships into thinking that the problem is not our society, nor a phase they are going through, but their bodies. And those of us who want a proper debate before these laws are rubber stamped are being called ignorant, hateful, extreme and transphobic. And these terms are being specifically hurled by very unhinged, and often violent, men, frequently following their takeover of feminist forums, as men impersonating women, often in the most grotesque and sexist way possible. 

Which makes me, as a woman, feel that all of this reinforces what I've been saying all along: that we definitely need female safe spaces where men (whatever sex they say they are) are simply not allowed. And we definitely need to be able to ban violent men at women's rights events. And just because you say you are something that does not mean that you are. Can I be a 22-year-old, black hen, please? I didn't think so. Not matter how many feathers I dress in.

In this current horribly binary and simplistic worldview, if you are a man, say, and want to wear pink floaty dresses and loads of make-up, trip around in ballet shoes and carry a handbag, it must be because you are in the wrong body. How stereotypically sexist is that? So from this point of view, wearing loads of make-up and high heels is something innately female. 

Very many of these trans women (ie men), whether surgically enhanced or not, then prey upon that most vulnerable of collectives, homosexual women, ie lesbians. Who might like to end up dating a woman, but may unwittingly end up being preyed upon by an autogynephile instead. An autogynephile who pretends to be a lesbian, but is a man. Similarly, women who want to wear typically male clothes (ie comfortable clothes) and eschew make-up and feminine wiles (ie sensible women) are now being told that they are really men. So that real lesbians are being told they are in fact men in women's bodies, and should accept a sexual partner who is in fact a man pretending to be a woman. And the man who is chasing after these women, thinks he is a woman, so he must naturally be a lesbian. (You really couldn't make this up.) And all this, if it weren't already enough, is also a really horrid, misogynist trope: that lesbians just haven't met the right man yet or, in this case, the right penis-toting woman!

All of which is definitely backed up by Big Pharma because what could be better that someone taking hormones and other medication for the rest of their life for no good reason whatsoever? Not to mention the synthetic estrogen-related strokes and heart attacks.

And, as Orwell would have appreciated, a society is in dire straights when saying something is true means it literally becomes true. 

Repeat after me: women are NOT "validation stations" for those who have beliefs not based on material reality.